Finalmente decidí venderla porque estoy falta de espacio y ya había adquirido un par de muñecas más en unos meses. Y aunque me da mucha pena, también me alegra que estas muñecas acaben en manos de coleccionistas que las aprecian y las tratan bien.
Sigo en mi fase de desprenderme de cosas (o al menos no acumular más de la cuenta) y no solo con las muñecas, si no con la ropa, todo tipo de trastos... Así que he decidido priorizar las Model Muse y algunas de colección tipo princesas del mundo, ya que sabréis que me gustan las morenas, exóticas y la diversidad en general.
Por supuesto, no perdí la ocasión de hacerle unas fotos. Fue un breve encuentro, pero me quité el gusanillo. No quise quitarle la coleta a pesar de que me habría encantado ver su pelo en todo su esplendor para no manipularla más de la cuenta, prefiero que sea su nueva dueña quien haga lo que considere.
¡Ojalá volvieran estos pelazos a Mattel!
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